Se creen perfectos,
se muestran como tales,
presumen lo que no son,
lo que no tienen.
Acumulando tesoros
muestran su brillo,
el orín los deslumbra.
No piensan, no sienten,
solo acumulan brillo.
Mirad su ojos,
ved sus miradas
en si mismos se complacen.
Son majestuosos,
nada preguntan,
todo lo saben,
¡compendio de saber!
Todo lo juzgan
en verdad y justicia,
sin ni siquiera apreciar
su más que ínfimo puesto.
Apariencia sin mácula
su actuación es puro espejismo,
¿sus pensamientos...?
Se creen los más
cualificados espectadores
del circo de los demás,
creados para su diversión.
Son auténticos Césares,
su voluntad imponen
como verdadera auctoritas
DUERMEN COMPLACIDOS
EN SU IGNORANCIA ETERNA...
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